Regulación emocional: ¿Por qué son buenas las emociones?

Las emociones comunican, informan e influyen en las personas.

La expresión facial es una parte fundamental de las emociones. En las sociedades primitivas y entre los animales, las expresiones faciales comunican como palabras. Incluso en las sociedades modernas, las expresiones faciales comunican más rápido que las expresiones verbales.

Cuando nos encontramos en situaciones en la que es importante comunicar o enviar un mensaje, puede ser muy difícil cambiar nuestras emociones. Tanto si lo deseamos como si no, la comunicación de emociones ejerce una influencia sobre los demás.

Las emociones organizan y motivan para la acción. 

Las emociones suscitan respuestas específicas. Ciertas emociones se hallan ligadas "naturalmente" a determinadas respuestas. Las emociones nos preparan para la acción. Nos ahorran tiempo en momentos importantes en los que necesitamos la acción sin pensar. Las emociones fuertes nos ayudan a superar obstáculos, en nuestra mente y nuestro entorno.

Las emociones pueden autoinvalidarse:

Nuestras reacciones emocionales frente a los demás y frente a los acontecimientos pueden proporcionarnos información acerca de la situación. Las emociones pueden ser señales o alarmas de que algo está sucediendo. Cuando llevamos este razonamiento al extremo, tratamos las emociones como hechos. "Si me siento incompetente es que lo soy" "Si me deprimo cuando estoy solo, no debería estar solo" "Si siento que algo está bien, es que eso es bueno" "Si tengo miedo, eso es amenazante" "Le amo, así que debe ser la persona adecuada para mí."

Reducir la vulnerabilidad ante las emociones negativas: Cómo estar fuera de la mente emocional

Estas habilidades son:

Tratar las enfermedades físicas

Comer de forma equilibrada

Evitar consumir drogas que alteran el estado de ánimo

Dormir de forma equilibrada

Hacer ejercicio

Aumentar la competencia personal

Construir emociones positivas:

A corto plazo: Hacer cosas agradables que son posibles en el momento actual.

-Incrementar las experiencias que proporcionan emociones positivas.

-Hacer una actividad diaria de las que se citan en el "programa de actividades agradables para el adulto"
Programa de actividades agradables:

Tomar una ducha caliente, fantasear sobre mi futuro, pagar las deudas y librarse de ellas, coleccionar cosas, pensar en unas vacaciones, hacer algo de manera espontánea, llevar prendas favorecedoras o atractivas, tener tardes- noches tranquilas, cuidar de las plantas, dibujar o hacer garabatos, leer, hacer ejercicio, ir a nadar, ir al cine, tener una cita, escuchar música, tomar el sol, ver algún espectáculo, flirtear con alguien, cocinar, trabajar, ir a un centro de estética, cantar por la casa o en la ducha, tener debates con amigos, tener reuniones familiares, ir a una fiesta, hacer una tarta, ir a la playa, conducir, dormir, ir de compras, seguir un blog, leer revistas, practicar judo, ahorrar dinero, comer, reparar la casa, hacer un cumplido, relajarse, dedicar un día a no hacer nada, tocar un instrumento, hacer excursiones, pasear, ver deportes, seguir una serie, jugar a los bolos, ir a la biblioteca, escribir un diario o cartas, resolver acertijos, ver álbumes o mostrar fotos, hacer crucigramas, pensar en hechos agradables, ir a un parque, ir al salón del manga, ayudar a alguien con una tarea, compartir algo que nos guste, etc.

A largo plazo: Llevar a cabo los cambios necesarios en nuestra vida de manera que esos hechos positivos ocurran con más frecuencia. Construir una vida "que valga la pena vivir".

Trabajar para conseguir objetivos concretos. Acumular hechos positivos.

Hacer una lista de acontecimientos positivos que deseemos ver realizados en nuestra vida. Hacer una lista de de los pequeños pasos que nos llevarán hasta ellos.

Llevar a cabo el primer paso.

Atender las relaciones: Retomar antiguas relaciones, encontrar nuevas amistades y trabajar actuales y nuevas relaciones.

Evitar rendirse.

Tener conciencia de las experiencias positivas

Centrar la atención en los hechos positivos que sucedan. Redirigir la atención cuando la mente vague hacia lo negativo.

Adoptar cierta inconsciencia ante las preocupaciones. Evitar: Pensar que lo bueno terminará, que no nos merecemos los hechos positivos, pensar en lo mucho que los demás esperan de nosotros.