Postergo post para contar...
... que hoy he recibido este comentario y la dirección IP no me deja demasiadas dudas de quien proviene.
Mi primer reacción fue lógicamente el desmoronamiento y la ira, al parecer le falto leer que convivo con un trastorno de la personalidad limite y que mi reacción no podía ser otra pero bueno, pasado esos diez minutos y ya que decidió no darme opción a responderle en privado como me hubiera gustado, le digo que no tengo nada que perdonarle. Estoy segura de que ella no era consciente de mi existencia por lo tanto nadie mas que el, mi maldito desliz en Toledo, es responsable de sus mentiras… Deseo que lo estés disfrutando al máximo por que me gustaría pensar que "esta parte de mi dolor" no ha sido en vano.
Como consecuencia al recuperar la calma he vuelto a plantearme los beneficios y las perdidas de contar mis verdades en un espacio público y me siento feliz de mantenerme en mis trece, esta soy yo y no tengo nada que esconder.
Besos desde mi alma dolorida pero de pie
Anónimo ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Desahogo":
“Por motivos que espero nunca sepas he llegado aquí. Se lo que es sufrir una pérdida, se lo que es no quererse levantar de la cama un día y otro. Se lo que es tomarse una pastilla para dormir y para que pase 'el dolor' como si a la mañana siguiente todo hubiera desaparecido. Fueron catorce años de felicidad y en tres meses sólo había oscuridad, dolor, desesperación. No había nada bajo mis pies. Por eso te digo Lirio que no sabía que existías. No se si he tenido o no algo que ver con tu desesperación. Pero se lo que es sufrir hasta el punto de necesitar no respirar más y me prometí a mi misma que nunca volvería a permitir que un hombre me dañara de aquella forma. Y, te aseguro, que juré no tolerar mentiras ni infidelidades. Hoy he sido consciente, al leer este blog, que, sin saberlo, quizá yo también te he dañado. Por esto, te pido perdón. No volveré a leerte, no volveré a comunicarme. Por favor, se feliz. Lucha por ello. Emplea todo tu dolor en ser feliz”
Mi primer reacción fue lógicamente el desmoronamiento y la ira, al parecer le falto leer que convivo con un trastorno de la personalidad limite y que mi reacción no podía ser otra pero bueno, pasado esos diez minutos y ya que decidió no darme opción a responderle en privado como me hubiera gustado, le digo que no tengo nada que perdonarle. Estoy segura de que ella no era consciente de mi existencia por lo tanto nadie mas que el, mi maldito desliz en Toledo, es responsable de sus mentiras… Deseo que lo estés disfrutando al máximo por que me gustaría pensar que "esta parte de mi dolor" no ha sido en vano.
Como consecuencia al recuperar la calma he vuelto a plantearme los beneficios y las perdidas de contar mis verdades en un espacio público y me siento feliz de mantenerme en mis trece, esta soy yo y no tengo nada que esconder.
Besos desde mi alma dolorida pero de pie
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