La Comunidad de Sin-Límite

Sobre esto hay mucho que decir, está claro... Yo, por ejemplo, pertenezco a la generación de gente que teniamos muy a mano todo tipo de drogas y el alcohol lo hemos probado Todos!!!  A pesar, como dice el texto que sigue,d e tener padres, MUY NORMATIVOS. Supongo que no pasa nada por hacerlo con normalidad, al día siguiente tienes resaca y te das cuenta de que no es tan guai y no lo pruebas más... O sigues, pero la verdad que siempre sabes que es un Riesgo. De alguna forma lo ideal es que estemos prevenidos de que si bebes no conduzcas y demás y no fuera un problema grave.

 

Pero bueno, hay padres que sufren con esto, es lógico... he encontrado un interesante artículo que invita a una reflexión sobre el tema, me ha gustado y lo pego a continuación (Está escrito en Publispain):

 

Los desafíos de la vida contemporánea, nos enfrentan a una sociedad en la que sólo se ofrece una ideología del éxito fácil, la ley del menor esfuerzo, el individualismo a ultranza y el sálvese quien pueda. Ideología en la que se construye el esquema de creencias y valores típicamente adictivo. En este contexto, el desafío que enfrenta cada escuela y cada familia, es construir sus propios valores y normas internas y defenderlas. Construir su propio universo en donde las cosas sí funcionen. Esto exige una renovación y creatividad por parte de las familias y de los profesionales en las diversas áreas, para poder generar alternativas válidas que promuevan un ambiente favorable para la educación y el crecimiento de una generación de individuos funcionales y productivos para la sociedad y para sí mismos.

 

Hoy, en países como la Argentina, casi el 50% de los adolescentes prueban drogas y de estos, ¿cuál es el porcentaje que continúan consumiendo? Es incierto. Esto dependerá de algunos factores como las características de personalidad, el contexto familiar y social al que pertenecen.

 

La prevención en adicciones clásica dependía casi exclusivamente de la información, tanto para los adolescentes, como para los padres y docentes. Esta información se refería a los tipos de drogas que existían, como se consumían y que efectos producían. Este tipo de prevención concluyó por ser en algunos casos una propaganda más que una estrategia preventiva.

 

Actualmente el paradigma de la prevención, su filosofía, es la promoción de conductas sanas, objetivo que sólo se puede lograr abordando al individuo desde su más temprana infancia. En esa etapa se forma su sistema de creencias, su sistema de control, sus pautas de interacción, sus valores morales y su socialización. Es en este punto donde las instituciones (como la familia, la escuela etc.,) ocupan un papel preponderante en la formación de un sujeto libre de conductas marginales, sujeto apto para la convivencia en sociedad.

La clave de la prevención es la capacitación de los padres y docentes, es por esto que a continuación enumeraremos algunos mínimos lineamientos para que puedan empezar.

 

Hace poco tiempo las relaciones entre padres e hijos estaban teñidas por una filosofía sumamente Normativa, basada en la puesta de límites, pero muy poco diálogo. Hoy parece que esta generación se ha ido al extremo opuesto. Actualmente la filosofía es sumamente Nutritiva, prepondera lo emocional por sobre lo normativo, tenemos niños pequeños conduciendo los hogares, con todo lo que esto implica.

 

Por otro lado, el cambio en el lugar de la mujer dentro de la sociedad generó otro enemigo para la educación de nuestros hijos: la culpa de estar afuera de la casa, trabajando. Esta culpa nos hace claudicar a la hora de poner un límite. Hoy encontramos padres excesivamente permisivos que confunden amor con "dejar hacer".

Es necesario que nos pongamos de acuerdo. Los lineamientos en casa tienen que ser parejos, no podemos decirles "no" y el otro progenitor al mismo tiempo decir "si". Los desacuerdos maritales se ven reflejados en el síntoma de un hijo. El pondrá a prueba a la pareja. Desde bebé, el niño detecta las fisuras entre los padres y las aprovecha para poder hacer lo que él quiere. Esto le da el poder de fracturar a la pareja, cuestión que lo deja en la indefensión y el pánico.

Sugerencias a cierta edad:


De 13 a 15 años: Muchos jóvenes comienzan en esta época a utilizar drogas. Conozcamos los amigos de nuestros hijos. Contrastemos la influencia del entorno, reforcemos normas y modelos a imitar.
Expliquémosle que el efecto desfavorable de las drogas se ve con el tiempo. El uso de drogas es inmanejable, aunque hoy el mensaje social sea otro. Informémosles que es ilícito y que "no todos lo hacen".
Enseñémosle a nuestro hijo a decir "no". Entrenemos situaciones supuestas en las que recibirá este tipo de propuestas y cómo hacer para rechazarlas sin sentirse un "tonto".


Estemos atentos a sus actitudes: si estas comienzan a cambiar bruscamente, consultemos a un centro de rehabilitación.


Estas actitudes podrían ser: llegadas tarde a casa, cambios de humor repentinos, dormir demasiado, cambiar de amistades, bajo rendimiento escolar, etc.

 

De 15 a 18 años: Adelante con los lineamientos. Van a surgir situaciones cada ves más difíciles, ya que las horas no supervisadas cada vez son mayores. Estimulemos a nuestro hijo para que haga actividades de acción social, deportivas, culturales, es importante reducir el tiempo libre. El ocio debe ser creativo. Comuniquémonos con los padres de sus amigos, para así poder armar una red de contención.


Estemos en comunicación con la escuela y procuremos que la Institución también esté interesada en la prevención del consumo de sustancias.

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Respuestas a esta discusión

Más consejos:


Cuando se trata del consumo de drogas es mucho mejor prevenir desde el principio que luego tratar una adicción. Pero ¿cómo pueden los padres prevenir o impedir que sus hijos adolescentes consuman drogas?
Es complicado, y la última decisión sobre si consumir drogas o no solo puede ser tomada por nuestros hijos, pero sí podemos ayudar a que sean responsables y sepan las consecuencias del posible consumo. Y también darles armas para rechazar. Aquí ofrecemos algunos consejos.

Sinceridad en todas las conversaciones relacionadas con la droga. Muchos de los que ahora somos padres hemos probado sustancias en el pasado, y es un error mentir a nuestros hijos adolescentes al respecto. Intenta no evadir la pregunta, ponerte incómodo ni tampoco responder con un "a tí ¿qué te importa?". Ya hemos tratado la importancia de lograr tener una buena comunicación con los hijos adolescentes. Y cuando se trata de un tema tan grande como el de la droga, es especialmente importante que su hijo pueda confiar en ti. Si intuye que mientas, perderás credibilidad. Además, reconocer que has tomado ciertas sustancias da mayor credibilidad a tu rechazo actual. Si eres uno de los que sí tomó en el pasado, utiliza la experiencia para darle información. Subraya los daños que hacen ciertas drogas y cómo afectan de forma negativa la capacidad de concentración (algo especialmente importante durante la adolescencia), de razonamiento y de relaciones. Hablale de casos reales, de posibles amigos que lo perdieron todo por culpa de una adicción.

Conviértate en aliado o aliada de tu adolescente. Si no sabe cómo decire que no, que te utilice a ti. "Mi padre me mataría". Si tiene algun contacto con una de las llamadas drogas blandas (tobaco, alcohol, hachis...), no le recrimines de forma automática. Es preferible que pueda compartir estas primeras ( y, en muchos casos, inevitables) experiencias para que tu puedas ayudarle a que no se conviertan en hábito. Si te conviertes en aliado/a (NO amigo, porque debes retener tu autoridad como madre o padre) en cuanto al consumo de drogas, se sentirá capaz de llamarte para que vayas a sacarle de una posible situación o fiesta que vaya fuera de control.

Conocer a los amigos de tu adolescente. Es importante conocer a los amigos - y si es posible los padres de los amigos - de tu hij@ adolescente. Esto te ayudará a seguirle la pista si está en una época evasiva o poco comunicativa.
Mantenerte en contacto con tu adolescente cuando no estáis juntos. A esta edad los teléfonos móviles son una gran ventaja. Envíale mensajes, dile que te llame a ciertas horas, o deja notas en tu casa si no vas a estar cuando llegue del colegio. Si pasas muchas horas fuera de casa, no dejes a tu adolescente solo en casa sin nada que hacer. Búscale alguna actividad extraescolar, contrata clases particulares para que aprenda algún instrumento musical.... Hay estudios que indican que los adolescentes que tienen intereses y una vida ocupada tienen menor probabilidad de consumir drogas que los adolescentes que quedan en la calle o salen con amigos sin realizar ninguna actividad más allá que estar juntos. Si le gusta hacer deporte, anímale en todo lo que puedas. El deporte supone un magnífico escudo contra las drogas.

ESTE ES BUENO!

Hablar con frecuencia sobre el tema de las drogas con tu adolescente. Aprovecha programas de televisión para verlos juntos y comentar sobre los contenidos.

Crea un ambiente anti-droga en el hogar. Establece unas normas muy claras. En tu familia, nadie toma drogas. Esto no quiere decir que vayas a marginar a un hijo adolescente que te confiesa haber tomado alguna sustancia. Pero sí demuestra un rechazo colectivo al asunto, y que existen actividades más divertidas y sanas en las que emplear el tiempo.

Organiza actividades en familia. Planifica alguna excursión y deja que tu adolescente colabora en la organización. Desayunar y cenar en familia, porque las estadísticas indican que niños que cenan habitualmente con su familia tienen menor probabilidad de liarse con las drogas.

Enseñar dando ejemplo. Es evidente que no tienes ninguna fuerza moral para exigir a tu adolescente que se abstenga de tomar sustancias que tu tomas. Si abusas de alguna sustancia, ahora es el momento más que nunca para buscar ayuda de forma urgente. Y si tienes amigos que tomen ciertas drogas, tal vez sea el momento para buscar nuevas amistades.

Saber qué hacer en los momentos de mayor exposición a las drogas. Cuando tu adolescente empieza a salir por la noche, pregúntale todo hasta que sepas con detalle a dónde va, con quién y qué van a hacer. Establece la hora de regreso y la forma de regresar. Habla con los padres de sus amigos y, al ser posible, organiza un sistema rotatorio de recogidas por fin de semana, con tal de compartir con ellos la responsabilidad de llevar a vuestros hijos sanos y salvos a casa. La mañana después, intenta pasar un rato con tu adolescente para que te pueda contar anécdotas de la noche anterior. No le hagas un interrogatorio porque se resistirá. Y además tiene derecho a su intimidad. Pero adopta una postura dialogante y abierta, para que sepa que si quiere compartir alguna información contigo, lo puede hacer con total confianza.
Como persona afectada de TLp, puedo decir que utilizo el alcohol como escape a mis problemas y no por el alcohol en si mismo. Es lo mismo que decía una amiga, sobre el tratamiento de un alcohólico cuando tiene otro problema de fondo que no es sólo el alcohol:

"Muchos de nosotros bebemos por que tenemos algo además de "alcoholismo" y por ejemplo, en mi caso, el alcohol la mayoría de las veces me da exactamente lo mismo, más bien ando buscando escapar de todos los problemas que invaden mi cabeza.
Los que tratan alcohólicos, exclusivamente, tienen sus conceptos, sin embargo si tienen la ideología de que si uno no cambia es por que "no quiere" pero ¿Cómo tratan a un obsersivo-compulsivo? ¿cómo tratan a un borderline? ¿a un bipolar?"

Un saludo
Mercedes, me da que estás en el buen camino... Eso está muy bien... Los años nos van enseñando cosas y vamos aprendiendo :)))) y encontrando lo que es bueno y lo que malo para nosotros.

Esto que dices: " he visto muchas personas jovenes ingresadas porque se les ha desarrollado una esquizofrenia por consumo de drogas" Yo también lo he visto.

¡Una verdadera lástima!
Te doy gracias de corazón por tu apoyo. Tus palabras han sido, de verdad, un poco de calor para mi alma. Gracias, te mando un caluroso abrazo.

Mercedes, yo leyéndote te digo que eres un cielo de persona :) y que mi lectura agradece mucho leer comentarios y buena voluntad como la que tu pones, así que ojalá que estés mucho tiempo por aquí. :) Y seguro que eres buena gente con la gente que conoces...

Un a-bra-zo :)
Mercedes, me encanta leerte, ¡Gracias por estar ahi! Por supuesto que la ayuda es mutua... :) así que entre todos un poco, vamos a ir haciendo, y sino de forma informativa :))))

Te veo muy bien, Has dejado atrás cosas que te hacían daño, (cocaína, porros y demás) has decidido que a malas no se llega a ningún lado... Y pareces tener buen ánimo positivo... Pues así es como se pueden hacer cosas en la vida, yo creo. ¿Qué tal tu día??? UN besote!
He tenido la suerte o la desgracia de ver como mi madre, tiraba al trate su vida con las drogas, y como le han afectado provocando su esquizofrenia, enfermedad que me ha marcado para siempre.
Sí, las drogas pueden provocar directamente muchas enfermedades mentales... Son un peligro!
Mercedes, lo de la hepatitis C lo he visto yo tb, es muy frecuente porque se contagia por via de sangre o sexual, creo... Ainss... El caso que mucha gente consumidora lo tiene.

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