Ilusión de una internación

El siguiente relato lo escribí en un momento de mucho sufrimiento en la peor internación en la cual estuve 23 meses allí sin ver siquiera la calle y a miles de Km de casa, solo pude ver a mi familia una vez... En el momento que lo escribí solo quise irme de la realidad y soñar un poco... entonces se me ocurrió esto:

Así tranquilo e intrascendente termina este día perdido entre los días. Entonces prefiero remitirme a un plano más elevado e imaginario para extraer un poco de esa extraordinaria y mágica belleza que brinda el mundo de los sueños. Prefiero aislarme un poco del entorno y regocijarme frente a la hoguera de mi casa inaccesible; tendido en el sofá mullido que me abraza y me hace dueño. Solo yo sé que este puede ser el lugar más bello que conozco, con un cálido silencio de paz; quiero quedarme aquí riéndome con apenas una mueca privada, Ïntima. Esos son sus rasgos esenciales, cualidades que la hacen mía; solo puede ser conocida por quienes yo quiero que la conozcan, nadie podría entrar por sus propios medios, yo soy el único camino hacía allí (hacía aquí ahora mientras escribo) y quien me ame su mejor invitado. Una casa de infinitas ventanas, con infinitos paisajes, con un bello jardín que se parece a un paraíso. Hoy quiero estar solo aquí, en este living sobre el sofá, a medio vestir y en medias, con un cuaderno en mano y un poco de sueño, así, y escribir hasta saciarme, hasta que me deje vencer por el sueño y la luz ambiente se atenúe tanto como estos últimos minutos que quedan de atardecer, de tibios rayos de luz naranja y un vago rosa trémulo que mi ventana da paso. Me dormiré así, muy dentro de mí y descansaré absorto del mundo, y aunque sé que al despertar no estaré en casa ni mucho menos, que quizás ni me acuerde que estuve en ella, igual la entereza y las fuerzas renovadas, serán gracia de su estadía.

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