La Comunidad de Sin-Límite

Toda esta gente padecía trastornos emocionales...

De acuerdo con esta fuente: http://www.bipolares.cl/famosos.htm

 

ESCRITORES:
- Honore de Balzac
- Guillermo Faulkner 
- F. Scott Fitzgerald
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- Máxima Gorki
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- Graham Greene
- Ernest Hemingway
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- Henrik Ibsen
- Guillermo Inge
- Henri James
- Guillermo James
- Samuel Clemens (Marc Twain)
- Charles Dickens
- Isak Dinesen
- Eugene O'Neill 
- Maria Shelley
- Jean Stafford 
- Roberto Louis Stevenson
- Leo Tolstoy
- Ivan Turgenev
- Tennessee Williams
- Maria Wollstonecraft
- Virginia Woolf
- Emile Zola

MUSICOS

- Matón Berlioz
- Antón Bruckner
- George Frederic Handel
- Gustav Mahler
- Mussorgsky Modesto
- Sergey Rachmaninoff
- Giocchino Rossini
- Roberto Schumann 
- Peter Tchaikovsky
- Peter Warlock
- Irving Berlín
- Stephen Foster
- Charles Mingus
- Charles Parker 
- Brote Powell 
- Kurt Cobain, músico (Nirvana) (S 1994)

POETAS
- Antonin Artaud
- Charles Baudelaire
- Thomas Lovell Beddoes 
- Juan Berryman
- George Gordon, Lord Byron
- Emily Dickinson - más
- T.S. Eliot
- Edward FitzGerald
- Victor Hugo
- John Keats - Más
- James Russell Lowell
- Roberto Lowell 
- Vladimir Mayakovsky
- St. De Edna Vincent Millay
- Cesare Pavese
- Sylvia Plath 
- Edgar Allan Poe
- Pound Ezra
- Alexander Pushkin
- Percy Bysshe Shelley - Más
- Dylan Thomas
- Edward Thomas
- Francis Thompson
- Walt Whitman

ARTISTAS, PINTORES, ESCULTORES
- Paul Gauguin
- Vincent van Gogh
- Michelangelo Buonarroti
- Georgia O'Keeffe
- Jackson Pollock
- Dante Gabriel Rossetti 
- Sir David Wilkie
- Anders Zorn

FAMOSOS ACTUALES
Han declarado públicamente serlo:
- Roberto Boorstin, escritor, ayudante especial a Pres. Clinton
- Rosemary Clooney, cantante
- Dick Cavett, escritor, personalidad de los medios
- Kitty Dukakis, primera señora anterior de Massachusetts
- Duque de la empanada (Ana Pearce), agente, escritor
- Connie Francis, agente, músico
- Peter Gabriel, músico
- Shecky Greene, cómico
- Kristin Hersh, músico (Muses que lanza)
- Peter Nolan Lorenzo, escritor
- Cuenta Lichtenstein, productor (TV y radio)
- Kristy McNichols, agente
- Kate Millett, escritor
- Punto Mulligan, agente cómico y escritor, patrón del microfaradio
- Murray Pezim
- Orgullo de Charley, músico
- Axl Rose, músico
- Juan Strugnell, erudito bíblico, Harvard
- Ted Turner, empresario, gigante de los medios (los E.E.U.U..)
- Inviernos de Jonathon, cómico, agente, escritor, artista

 

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Respuestas a esta discusión

 Ben Stiller... Actor de comedias... Se ve que es Bipolar.

¿Habéis visto la serie MonK?

 

 


Entrevista a John Nash
 


John Forbes Nash, inspiró ´"Una mente brillante"; Nobel de Economía; fue esquizofrénico


"Alcancé un punto en que era más feliz loco que cuerdo"

LLUÍS AMIGUET - 03/12/2007

Tengo 79 años. Nací en West Virginia. Tengo dos hijos: estuve casado, dejé de estarlo y ahora vuelvo a estarlo: las estadísticas demuestran que es mejor estarlo. Sería penoso explicar toda mi evolución religiosa. Votar es fácil y poco. Colaboro con la Universitat Pompeu Fabra.

¿Por qué le dieron el premio Nobel de Economía?

Descubrí una forma de equilibrio - hoy llamado de Nash- en la teoría de juegos: un punto en el que ninguno de los jugadores puede mejorar su situación. Hoy este concepto se aplica de forma interdisciplinar.


¿Hizo este descubrimiento pese a su enfermedad mental?


Tengo un historial, sí, de desorden mental temporal que se manifestaba de diversas formas. Hoy tenemos medicinas, que entonces no existían, que tratan los síntomas y permiten seguir con lo que se considera una vida normal, pero tienen efectos indeseables.


¿Cuáles?


Para restituirte a la normalidad reducen tu actividad neuronal y tus funciones cognitivas. Te devuelven la normalidad, sí, pero a costa de tu personal capacidad de raciocinio.

¿Y hoy usted lo ejerce íntegro?

Yo puedo trabajar, pero mi hijo, que también sufre ese trastorno, toma esa medicación que no le permite dedicarse a nada en concreto, pero puede observar una conducta normal.

¿Cómo se le manifestó ese trastorno?

Tuve que ser internado en un hospital tras varios episodios de disfunción social y al final mejoré, pero no pude evitar un poso de infelicidad en mi ánimo y en mi conducta.


¿A qué se refiere?


Era infeliz al recuperarme porque la normalidad no me hacía feliz. La locura empieza cuando descubres una segunda realidad en tu mente y a veces la eliges, porque te hace más feliz que la normalidad. Así alcancé un punto en que yo era más feliz loco que cuerdo.

¿Pero era capaz de distinguir entre la realidad y su ilusión?

Llega un momento en que se te hace difícil distinguirlas y vas eligiendo cada vez más la ilusoria. Así te conviertes en disfuncional.

¿Disfuncional en qué sentido?

Es natural que un ser humano deba actuar con el resto del grupo: trabajar, observar las normas, comportarse como todos...


Hay excepciones.


Correcto. Supongamos que yo no trabajo ni soy rico y digo que oigo voces, tengo visiones y las dibujo o escribo: ¿usted qué pensará?


Tal vez sugiera que podrían internarle.


Supongamos que le digo que soy monje de clausura. Usted aceptará que una monja o un monje en su convento puede no trabajar, tener visiones y explicarlas y, sin embargo, ese monje no será considerado anormal por ello.


Seguramente.

 

La sociedad los acepta porque aparte de ellos hay otros muchos y suficientes hombres y mujeres comportándose de forma normal.


La mayoría tiene sentido común.


Falso. El sentido común no es el mayoritario: por ejemplo, en España y en Occidente el cristianismo es la religión mayoritaria...


Sigue siéndolo, sí


.... Sin embargo, el cristianismo exige a sus fieles fe ciega en dogmas que en ningún caso podrían ser considerados de sentido común.


La trinidad o la virginidad de María.


Hoy he visto la obra de Gaudí: magnífica.


Sin duda.


Aunque no conozco su vida, estoy seguro de que fue considerado un anormal, un loco.


Creo recordar que sí.


Van Gogh también tenía problemas para discernir la realidad de sus visiones. Lo que me pregunto es si la medicación que tenemos hoy hubiera sido capaz de devolver la normalidad a Van Gogh sin privarle de su talento

....

Y sin embargo, el progreso hubiera sido difícil sin las visiones de Van Gogh o el autismo de Newton. Newton también era considerado un tipo sospechoso: no se casó, era raro...

¿Cree usted que Newton necesitaba medicación?

Era Newton, pero no todos los enfermos son genios, desde luego. A menudo la diferencia entre un loco y un genio ha estado en la cantidad de dinero que ganaba. Van Gogh acabó suicidándose también por ser pobre, y hoy mi hijo cobra un subsidio federal que yo no cobré, porque no había. Ese subsidio es importante para evitar que se margine a un enfermo mental por no ser rico y no trabajar.

¿Qué le pareció el libro y la película sobre usted: Una mente prodigiosa?

El libro se hizo sin contar conmigo y, aunque la autora acumuló una notable cantidad de información, también acumuló una notable cantidad de errores.

¿Y la película con Russell Crowe?

Los autores fueron más cooperativos con nosotros. Firmamos un acuerdo con Universal Studios. Eso no quiere decir que esa película tenga mucho que ver con mi vida.Eso no pareció importarles demasiado...... A nadie excepto a mí. En realidad, tiene muy poco que ver con mi vida: ¿usted cree que me parezco a Russell Crowe? Pero es una película con valores estéticos y un buen mensaje proactivo para los enfermos mentales.

¿En qué trabaja ahora?

Cuestiono el concepto keynesiano de inflación. También me interesa la teoría de las cuerdas de la física teórica y sus derivaciones en la antropología y las ciencias sociales.


Adelante: cuéntenos.

Tal vez el universo no sea indiferente a nuestra existencia: tenemos un instinto descubridor manifiesto en la colonización de América que nos llevará fuera del planeta antes de que se colapse.

lunes, 03 de diciembre de 2007

Volvió del frío

"Es un genio": fueron las tres palabras con que le recomendaron para Princeton. Su hermana añadió al saberlo: "Es muy raro". A los 21 años, enunció la tesis de equilibrio que desbancó a Adam Smith y fundó la economía moderna. Participó como científico militar hasta el delirio - literal- en la guerra fría que su esquizofrenia paranoica simboliza a la perfección: acabó creyéndose perseguido por conspiradores comunistas. Internado tras una crisis psicótica, pasó 30 años ido, vagando por el campus de Princeton, donde le apodaron el fantasma,Logró recobrar la cordura de forma milagrosa y suficiente para recoger el premio Nobel en el 94. Es el ser más inquietante que he conocido.

 


Entrevista de Xavi Ayén:

 

¿Se ve a usted mismo como un genio? ¿Esta palabra tiene algún significado para usted?
Es agradable sentir que los demás te perciben como poseedor de un cerebro excepcional. Eso es el concepto de genio, algo social, habla de cómo te ve la gente. No es un término preciso, que defina algo que posees realmente, sino simplemente una categoría en la que la sociedad en que vives, en un momento determinado de la historia de la humanidad, te ha clasificado. Es una palabra bonita, claro, algo que me halaga, una especie de piropo, pero que no designa una cualidad objetiva.

¿Cuándo tuvo conciencia de ser más listo que los demás?
Desde el momento en que empecé el bachillerato ya me pasaba horas leyendo las enciclopedias para saber más cosas, quería saber cada vez más y más: temas de medicina, de astronomía, de zoología, de física y química… Ningún niño de mi edad hacía eso. No era un niño prodigio, no sacaba buenas notas y tenía problemas de conducta, pero acribillaba a mi padre con preguntas sobre electricidad, geología, ­climatología...
 
Usted conoció a Einstein…
Sí. Era más o menos como uno se espera tras haber leído algunas cosas sobre él: con aquel pelo enmarañado y esa claridad intelectual... Hubo un tiempo en que vivimos en la misma calle y nos veíamos, pero él iba en una dirección opuesta, y yo nunca sabía cómo abordarle. Una vez fui a verle a su despacho con algunas objeciones a sus teorías, me escuchó atentamente durante una hora y, al final, me dijo: “Tendría usted que estudiar un poco más de física, joven”. La teoría de la relatividad fue el mayor descubrimiento de su tiempo. Pero su motivación para hacer las cosas era muy política, era un alemán que huyó de los nazis y estuvo muy comprometido con la bomba nuclear, con la idea de un gobierno mundial, con el Estado de Israel… Su carrera científica, tan brillante y llamativa, vino impulsada en gran parte por circunstancias extracientíficas. No es mi modelo en eso.

¿Cómo está su hijo John, que padece esquizofrenia?
También es matemático y también está enfermo. Es duro, a veces hablamos de lo que le dicen sus voces, de lo que me decían las mías, del tipo de alucinaciones. Experimenta momentos buenos, en los que le retornan las capacidades, y otros malos, en los que sufre brotes.

Entre el desorden de su despacho, hay una foto en la que aparece usted con todo el equipo que entrenó al ordenador Deep Blue antes de que venciera a Kasparov.
Sí, me llamaron a entrenar a ese Deep Blue. Algunas de mis teorías se incorporaron a la máquina, yo soy fan de Deep Blue y de la inteligencia artificial, por supuesto. Cuantos más comportamientos humanos conseguimos sintetizar en ecuaciones, más fácil es introducir esos rasgos en una máquina.

¿En qué trabaja exactamente ahora?
Sólo hago investigación, ya no imparto clases, sobre cuestiones de la teoría de juegos. Intento analizar cómo funcionan las relaciones entre la gente, las bolsas, los movimientos de las empresas…, basándome en la racionalidad y la conducta humana, que se expresan muy claramente en los juegos. Profundizo en mis teorías sobre el conflicto racional y la cooperación. Sé que, estadísticamente, hay pocos científicos que hayan hecho grandes aportaciones a partir de los 66 años, pero en mi caso, como he interrumpido mi actividad creativa durante 25 años a causa del trastorno, tal vez pueda ser una excepción. Conozco granjeros que trabajan a los 100 años, ¿por qué no yo?

 

Le llaman conservador.
Mmm… Confundir las aportaciones de la ciencia con la ideología política no es un procedimiento correcto. Mi trabajo como científico es contribuir al conocimiento general de cómo nos relacionamos entre nosotros. En cierto sentido, es como lo que hacía Maquiavelo en El príncipe, no es que aquellos fueran sus principios morales, es que se limitaba a describir cómo funcionaba la política de su época. Mis teorías intentan explicar, en el campo político, cómo funcionan las cosas de verdad. Pero, en estos temas, todos somos muy ingenuos: la gente clasifica a unos como buenos y a los otros como malos, satanizándolos, y, a partir de ahí, basa todas sus opiniones. Si yo analizo cómo se negocia a partir de movimientos de amenaza, no estoy afirmando que la amenaza sea moralmente buena o mala, estoy observando que se da en el trato entre personas y explico cómo funciona.

Pero usted es reivindicado por los conservadores, o por los liberales, por su defensa del individualismo y de un cierto egoísmo con efectos positivos en la comunidad.
No hay que confundirse, yo no soy fiel a ningún partido. No soy culpable de las manipulaciones interesadas que otros hacen de mis principios científicos. Simplemente he descrito a través de ecuaciones cómo un conjunto de individuos en el que cada uno intenta obtener su máximo beneficio o eficacia pueden acabar comportándose de una manera en que todos salgan beneficiados. Les voy a escribir una fórmula mía en la pizarra: ¿ven?

Ejem, ¿qué significa?
Es el comportamiento de tres personas que cooperan entre sí, aunque en realidad ellos están en un plano de competición. Esto es lo que han llamado el equilibrio de Nash: cómo un juego no cooperativo puede desembocar en un punto de equilibrio en el que todos ganan. Antes, se decía que para que uno gane otro ha de perder.

¿Obama es algo nuevo?
Sí. Es un gran cambio. No propiamente una revolución, porque ha accedido al poder siguiendo escrupulosamente los procedimientos constitucionales y no ha llevado a la cárcel al gobierno anterior, ¿verdad? Es una persona que ha provocado una apertura y creado un nuevo juego, con unas nuevas normas, pero sin heridos ni muertos. Su intención es realizar algunos cambios profundos, para los cuales no sé si está este país preparado.

Usted obtuvo el premio Nobel de Economía tras haber superado su enfermedad. ¿Cuál es la lección?
En términos de enfermedad mental, mi historia contiene una clara lección: la locura es un sueño del que se puede despertar. Y no es una cuestión de tomar los medicamentos correctos. Si te atiborras de pastillas, no te recuperas y acabas dependiente de esas medicinas, te conviertes en un adicto a los medicamentos.

Pero es muy peligroso dejar de medicarse…
Hay que estudiar seriamente en cada caso concreto cuál es la alternativa a los medicamentos. En la esquizofrenia paranoide, es muy importante la edad en que se declara, la profesión, los años que tenía el enfermo cuando le vino la primera crisis… Mucha pastilla no es buena, aunque a veces al principio no hay alternativa. Con los años, podríamos encontrar una droga mejor para la esquizofrenia, que funcionara como la que toman los enfermos de tuberculosis, y entonces sería perfecto, todos defenderíamos la droga. Pero, en las enfermedades mentales, no hemos avanzado mucho y, todavía hoy, los medicamentos crean muchos problemas. Es más: los mismos diagnósticos no están claros, porque hay cosas que no son exactamente esquizofrenia o trastorno bipolar sino que presentan elementos de ambas, como mi hijo. Es todo muy reciente, la palabra esquizofrenia data tan sólo de 1908. Estadísticamente, no es tan raro que alguien deje de padecer una enfermedad mental y vuelva a razonar de un modo normal, como a mí me sucedió. Antes sucedía muchísimo más, cuando no existían los tratamientos médicos, cuando no se medicaba a los enfermos con drogas tan fuertes…, había más casos de retorno. Lo que nos dicen las estadísticas es que, desde que se inició el tratamiento con drogas hasta hoy, no ha aumentado el porcentaje de personas que se recuperan de las enfermedades mentales hasta un punto en el que puedan vivir sin drogarse. La sociedad considera aceptable drogar a los enfermos de esquizofrenia, que vayan medio dormidos y que engorden de modo considerable. Pero no es algo tan bueno si se mantiene por un periodo de tiempo muy alto, porque si cada vez gana usted más peso eso va a repercutir desfavorablemente en su salud, tendrá problemas cardiovasculares y una vida más corta.

Usted ha vivido los momentos más altos tanto en el pensamiento racional como en la irracionalidad. ¿Cómo ha vivido ese contraste?
Hubo un momento en mi vida en que pasé del pensamiento racional y científico al pensamiento alucinatorio propio de mi trastorno. Durante mi locura, sentía que había sido investido de una importante misión; del mismo modo que Mahoma era el profeta de Alá y transmitía sus mensajes, yo me veía a mí mismo como mensajero de alguien superior, en un mundo repleto de partidarios nuestros y también de enemigos, que me perseguían. Creía que el Papa de Roma y los comunistas conspiraban contra mí. Creía recibir mensajes cifrados de los extraterrestres a través de las páginas del The New York Times, me fui a Europa pidiendo asilo político. Caí enfermo en 1959 y me divorcié de Alicia en 1963, aunque nos volvimos a casar en el 2001; yo, gracias al Nobel, ya tenía una buena posición…

Pero ¿cómo se curó? ¿solo?
Ignorando las voces. Las oía, pero llegó un momento en que ya no les hacía caso, hacía con empeño otras cosas. Me harté del pensamiento irracional y lo combatí con fuertes dosis de pensamiento racional: hacía cálculos, operaciones, etcétera. Decidí rechazarlas: “Ya podéis hablar, ya, que yo voy a lo mío”. La consecuencia de ignorarlas como si fueran un sueño fue que al final desaparecieron.

Usted dijo que “la cordura es una forma de conformidad”. ¿Lo sigue creyendo?
Sí, lo es. Cordura tiene que ver con ser normal, es decir, ser como los demás. Si cordura es normalidad, locura significa anormalidad, los libros de psicología señalan eso. Y normalidad y conformidad son conceptos extraordinariamente cercanos. La conducta normal es una conducta conformista. Yo he vuelto al pensamiento racional científico, afortunadamente, pero ello no es una fuente de alegría similar a la del ciego que recupera la vista porque también me doy cuenta de que el modo en que nosotros razonamos ahora impone unas limitaciones notables en cuanto a la conexión de uno mismo con el cosmos.

Las personas que hacen grandes cosas ¿no son nunca normales?
Existen diferentes grados de anormalidad. No podemos considerar meramente la anormalidad como un síntoma de excelencia. Yo, por ejemplo, si no me hubiera salido tanto de la norma, a lo mejor no habría enfermado, pero también es cierto que existe una conexión clara entre la anormalidad y el pensamiento creativo. No habría sido tan buen científico sin ello. Uno puede tener una vida exitosa y ser absolutamente normal, mediocre. No fue el caso de Van Gogh, ¿verdad?

¿Qué consejo daría a los jóvenes estudiantes?
Que encuentren la felicidad en realizar la actividad académica en sí, que esta no dependa de los resultados, a menudo tan pendientes del azar y de elementos que escapan al control de una persona. En mi caso, uno de los descubrimientos que me hicieron ganar el Nobel no me sirvió en su día ni para obtener una plaza de profesor. Y les diría que se arriesguen, porque en la ciencia sucede igual que en los negocios: si te la juegas y ganas, el beneficio es espectacular; el descubrimiento, mayúsculo. Por esa razón, no deben temer al fracaso, no es algo negativo, es un paso más hacia la solución del problema, no deben desanimarse ante un fracaso. Que piensen que tener éxito haciendo lo que hace todo el mundo resulta, al final, un no éxito. No se trata de hacer mejor lo mismo que otros ya hacen, no, se trata de hacer otra cosa. Nadie es el mejor sin arriesgar. Y lo importante no es ir a clase, ni los exámenes, sino trabajar y pensar por sí mismos. Que extraigan el conocimiento directamente de la observación del mundo, no de lo que dicen otros. Aprender cosas de segunda mano ahoga la creatividad y la originalidad.

¿Qué impacto tuvo el Nobel en su vida?
Enorme. Ya no trabajaba, en aquella época, y volví a cotizar a la seguridad social.

Stephen Hawking afirmaba no hace mucho en este Magazine que cree en la vida extraterrestre. Usted, que pasó años oyendo y viendo cómo le enviaban mensajes, ¿qué piensa ahora de ello? ¿Existen?
Para saberlo, tendríamos que salir a explorar mucho más lejos de lo que hemos llegado hasta ahora, darnos unos paseos por lugares del espacio a los que jamás hemos llegado. No hay nada claro al respecto. Todo son profecías, elucubraciones, pero nos falta el trabajo de campo. Sin trabajo de campo, no hay conocimiento científico. En los últimos 40 años, nos hemos limitado a pisar una vez la Luna, eso es un triste balance. Yo creo que sí debe de haber elementos de vida en algún lugar del espacio, pero de lo que no estoy tan seguro es de que se trate de vida inteligente. Decirle que sí o negárselo no serían afirmaciones racionales. Es un tema de probabilidad: según las matemáticas, no es imposible que si usted sienta infinitos monos ante una máquina de escribir un día uno no le escriba Hamlet.

Laurilla ¿ Pretendes que me lea todo esto ?........te has pasado y mucho.......me llevara dos dias. Tengo que concentrarme y leer con calma. Ya te dire algo......  
Igualmente interesante, Little ;)

Marina, lee lo que te interese a tu ritmo... Mucha gente que ha tenido problemas emocionales y dos entrevistas con un Nobel de Economía que, mira por donde, es esquizofrénico y sin embargo ha llegado más allá que otros con sus teorías...

 

No critico tu trabajo ....es como tu dices voy a otro ritmo. Me inetersa el tema y lo leere, no lo dudes.  

Muy bueno Laurilla, me gusta verlo, gracias

Ya lo he leido con calma. Vi la pelicula y recuerdo bien su evolucion. Cada caso es distinto y en el su fuerza de voluntad para no hacer caso a las voces es muy fuerte. Inteligencia y coherencia. La medicacion es muy fuerte en algunos casos y anula facultades.

Me ha gustado. Me asuste ayer con tanta letra ( perdona ) . Gracias Marina 

Pues es para pensar... Yo supongo que está ligado al arte en positivo por la parte de diferente que tiene... La gente con arte tiene una creatividad mayor que la media, pero claro, justamente puede ser un arma de doble filo, supongo, ya que al ser tan creativos también pueden estar más inadaptados, por ver las cosas diferentes a la mayoría... Es una opinión totalmente personal! Podemos empezar a documentarnos seriamente y entener el tema bien entendido, jeje.

 

Little, no tiene que gustarle a todo el mundo vivir... la vida tiene cosas buenas y malas. Si tienes una depresión no te apetece nada vivir! Pero yo, por ejemplo, entre una cosa y otra, eligo la de tener ganas, porque me da más posibilidades que la otra... ! ¿no? Un bso

Little, hay personas famosas y otras que no lo son. Personas que son sensibles o no y las hay que estan enfermas y otras no tanto o nada.....esto es muy variado y todos somos distintos pero con los mismos problemas como humanos. Debe haber muchos que han sido artistas o musicos y nadie los ha conocido porque no han tenido fama o exito. ¡ Y tantos que les habra ido bien o mal ! . Nada es de unos pocos, somos muchos los que pasan desapercibidos y los que consiguen destacar........  

Muchos con TLP, otros con problemas de artosis, de corazon.....y todo lo que quieras. Y todos con las variaciones y medidas  que quieras. Unos quieren vivir a tope y otros no deben tener ganas de hacerlo o viven tranquilamente sin pensar estas cosas. Procura ser de estos y vive tranquila, tu puedes hacerlo, no te obsesiones. Vive feliz que puedes hacerlo, mirando la parte positiva de la vida.

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