La Comunidad de Sin-Límite

 

Un artículo de unos psicólogos argentinos que dicen claramente: ¿Por qué le vas a decir a alguien que está sufriendo por la vida pero no sabe nada de conceptos médicos: es usted un telepé??

 ¿Por qué meterle en semejante merdé? ¿por qué crearle una nueva identidad? dice claramente. Eso, eso... Yo también estoy con ellos... Me gusta la sencillez, la claridad y sobre todo la humanidad, y cada cual es cada cual... El artículo lo podréis leer en el portal.

 

 

 

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No me etiquete, por favor, ante todo soy yo (Está en el portal, pero por si acaso, tb lo traigo aquí, aunque no completo )


Apareció un nuevo nombre, tal como José, Margarita, Florencia o Julián ahora hay gente que se llama TLP. Así, sin más, es la presentación “Soy un TLP”, familiar y cariñosamente llamado Telepé, “Hola Telepé”, suena lindo, ¿no?



¡Qué de nombres que tienen que manejar ahora las personas que padecen síntomas muy penosos!

Sufren por estar muy mal y después de la consulta se enteran que son: un Trastorno Límite de la Personalidad, Bordeline, Esquizo o Fronterizo. Denominaciones que pasaron a ser el reservorio de una buena cantidad de síntomas de otras denominaciones más estados mentales... síntesis que está siendo más de lo mismo en esto de poner un nombre vacío, como quien dice en buen castellano “el que mucho abarca poco aprieta” por lo cual como usted es un Trastorno Límite de la Personalidad, familiarmente usted es un Telepé.

Aún no sabemos si el diagnóstico “Ud. tiene Trastorno Límite de la Personalidad” seguido por un “Entérese en Internet de qué se trata”. Aún cuando no se les prescriba “instruirse” sobre su enfermedad en Internet la persona o familiares van a buscar información allí sobre lo que el doctor le diagnostica.



A personas que están sufriendo un montón de síntomas que las agobian se los expone a recibir variadas interpretaciones que, aunque posibles, se las toman como ciertas. Entonces incorporan además ideas acerca de sí mismo como:



Ud. tiene:

- Desconfianza paranoide

- Un estado que puede llegar a descomponerse en un brote psicótico (posteriormente a leer esto el paso siguiente es ir a buscar de qué se trata y comienza el terror de estar volviéndose loco)

- Dificultades para establecer límites personales

- Alteración de la identidad

- Incapacidad para sentir (¡léase bien! INCAPACIDAD)”



¿¿Qué mas??

Modalidad profesional que va acompañada por técnicas exclusivamente conductistas y prescripción de psicofármacos que son cambiados constantemente (parecería que al estilo ensayo y error) a medida que no cambian o aumentan las confusiones y demás síntomas.


Procedimientos que lejos de brindar el alivio que las personas buscan y necesitan, apabullan, confunden, desesperan, aterrorizan...

En estas condiciones acude mucha gente a consultarnos los últimos meses.



Lo realmente cierto es lo que la persona está sufriendo por lo que siente, piensa, hace... sobre ello hay que trabajar.



Aclaramos que en nuestra opinión los trabajos profesionales y científicos al respecto de cualquier patología, si bien son para uso profesional, deben estar publicados en Internet y demás medios de difusión masiva y con lectura irrestricta.

Dar el diagnóstico, cualquiera sea, en muchos es necesario.



En aquellos casos que el diagnóstico Trastorno Límite de la Personalidad ya haya sido dado, para evitar los posibles daños del mismo hay que manejar ciertas herramientas que:

•Convierta el “rótulo” en contenidos del padecimiento, transforme un título en qué es lo que le pasa realmente a esa persona, ver la problemática como única y exclusiva de ella y de su familia.

•Clarifiquen toda confusión que le ocasione tal diagnóstico.

•Den toda la contención terapéutica necesaria a los trastornos, personales y familiares, que hayan ocasionado la información errónea o excesiva.



Entendemos que los diagnósticos hay que darlos en tanto y en cuanto no sean iatrogénicos, por lo expuesto no falta explicar más porque a nuestro criterio el diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad lo es. Esto aunado a otro criterio sobre que los diagnósticos psicológicos muy pocas veces hacen falta, en la gran mayoría son rótulos que lejos de ayudar encasillan y fijan en un problema, el contenido de la enfermedad es lo más importante y etiquetando queda en segundo plano.



Agravamiento del padecimiento en calidad y cantidad corresponde a una nueva cultura.

Estados de gravedad agravados por las técnicas profesionales, que también corresponden a esa cultura.

El mismo sistema socioeconómico que enferma, aliena y no posibilita la cura.



Dar el diagnóstico “Trastorno Límite de la Personalidad”, ¿sería una técnica para darle a la persona una identidad distinta para que se sienta mejor?, ¿entra en la cabeza de alguien esta posibilidad?
Me gusto el informe ,yo no me siento tan identificada ya que mis psicologos y psicquitras nunca me etiquetaron o me dignosticaron , sino que me dieron a entender esto y mucho menos mi entorno ... pero debe ser feo , no saber quien sos y encima bautizarte con otro nombre que uno durante mucho tiempo ni entiende lo que es o significa
:) claro Sweet, a veces los diagnósticos son etiquetas que no ayudan a la persona sino al revés! Alguien que vivía ajeno a TLP pasa a ser TLP... Y se dice ¿y eso qué es? ¿y por qué tengo esta marca repentina si me bautizaron Pepe, por ejemplo?


Aunque los médicos dicen que les orienta a la hora de tratar a la persona, cosa que seguramente es verdad... Pero hablamos de seres humanos, y nada es matemático, la flexibilidad es importante, yo creo, de su parte.

En todo caso este artículo, que encima lo escriben psicólogos me parece muy acertado y muy bien enfocado.
laurilla dijo:
No me etiquete, por favor, ante todo soy yo (Está en el portal, pero por si acaso, tb lo traigo aquí, aunque no completo )


Apareció un nuevo nombre, tal como José, Margarita, Florencia o Julián ahora hay gente que se llama TLP. Así, sin más, es la presentación “Soy un TLP”, familiar y cariñosamente llamado Telepé, “Hola Telepé”, suena lindo, ¿no?



¡Qué de nombres que tienen que manejar ahora las personas que padecen síntomas muy penosos!

Sufren por estar muy mal y después de la consulta se enteran que son: un Trastorno Límite de la Personalidad, Bordeline, Esquizo o Fronterizo. Denominaciones que pasaron a ser el reservorio de una buena cantidad de síntomas de otras denominaciones más estados mentales... síntesis que está siendo más de lo mismo en esto de poner un nombre vacío, como quien dice en buen castellano “el que mucho abarca poco aprieta” por lo cual como usted es un Trastorno Límite de la Personalidad, familiarmente usted es un Telepé.

Aún no sabemos si el diagnóstico “Ud. tiene Trastorno Límite de la Personalidad” seguido por un “Entérese en Internet de qué se trata”. Aún cuando no se les prescriba “instruirse” sobre su enfermedad en Internet la persona o familiares van a buscar información allí sobre lo que el doctor le diagnostica.



A personas que están sufriendo un montón de síntomas que las agobian se los expone a recibir variadas interpretaciones que, aunque posibles, se las toman como ciertas. Entonces incorporan además ideas acerca de sí mismo como:



Ud. tiene:

- Desconfianza paranoide

- Un estado que puede llegar a descomponerse en un brote psicótico (posteriormente a leer esto el paso siguiente es ir a buscar de qué se trata y comienza el terror de estar volviéndose loco)

- Dificultades para establecer límites personales

- Alteración de la identidad

- Incapacidad para sentir (¡léase bien! INCAPACIDAD)”



¿¿Qué mas??

Modalidad profesional que va acompañada por técnicas exclusivamente conductistas y prescripción de psicofármacos que son cambiados constantemente (parecería que al estilo ensayo y error) a medida que no cambian o aumentan las confusiones y demás síntomas.


Procedimientos que lejos de brindar el alivio que las personas buscan y necesitan, apabullan, confunden, desesperan, aterrorizan...

En estas condiciones acude mucha gente a consultarnos los últimos meses.



Lo realmente cierto es lo que la persona está sufriendo por lo que siente, piensa, hace... sobre ello hay que trabajar.



Aclaramos que en nuestra opinión los trabajos profesionales y científicos al respecto de cualquier patología, si bien son para uso profesional, deben estar publicados en Internet y demás medios de difusión masiva y con lectura irrestricta.

Dar el diagnóstico, cualquiera sea, en muchos es necesario.



En aquellos casos que el diagnóstico Trastorno Límite de la Personalidad ya haya sido dado, para evitar los posibles daños del mismo hay que manejar ciertas herramientas que:

•Convierta el “rótulo” en contenidos del padecimiento, transforme un título en qué es lo que le pasa realmente a esa persona, ver la problemática como única y exclusiva de ella y de su familia.

•Clarifiquen toda confusión que le ocasione tal diagnóstico.

•Den toda la contención terapéutica necesaria a los trastornos, personales y familiares, que hayan ocasionado la información errónea o excesiva.



Entendemos que los diagnósticos hay que darlos en tanto y en cuanto no sean iatrogénicos, por lo expuesto no falta explicar más porque a nuestro criterio el diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad lo es. Esto aunado a otro criterio sobre que los diagnósticos psicológicos muy pocas veces hacen falta, en la gran mayoría son rótulos que lejos de ayudar encasillan y fijan en un problema, el contenido de la enfermedad es lo más importante y etiquetando queda en segundo plano.



Agravamiento del padecimiento en calidad y cantidad corresponde a una nueva cultura.

Estados de gravedad agravados por las técnicas profesionales, que también corresponden a esa cultura.

El mismo sistema socioeconómico que enferma, aliena y no posibilita la cura.



Dar el diagnóstico “Trastorno Límite de la Personalidad”, ¿sería una técnica para darle a la persona una identidad distinta para que se sienta mejor?, ¿entra en la cabeza de alguien esta posibilidad?

Estoy de acuerdo. El diagnostico de TLP creo que es más negativo que positivo. Creo que te carga con prejuicios y la gente (además del diagnosticado muchas veces) tenderá a esperar que seas...:

- Desconfianza paranoide

- Un estado que puede llegar a descomponerse en un brote psicótico (posteriormente a leer esto el paso siguiente es ir a buscar de qué se trata y comienza el terror de estar volviéndose loco)

- Dificultades para establecer límites personales

- Alteración de la identidad

- Incapacidad para sentir (¡léase bien! INCAPACIDAD)”



¿¿Qué mas??

Respecto a lo que comenta sobre los psicofármacos, en canvio creo que es inevitable, por lo menos hasta que la ciencia avance. Se podrá criticar el exceso o lo contrario, pero hasta que no se invente algo mejor...

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