Un mes.

Hoy hace un mes que te fuiste. No he dejado de pensar en ti ni un sólo día. Desde entonces llevo puesto tu anillo, sólo me lo quito para irme a dormir. De vez en cuando, sin darme cuenta, me sorprendo viéndome a mí misma jugando con él, acariciándolo con el pulgar y entonces vienes a mi cabeza, veo tu carita de buhito, veo tus ojos azules como el mar mirándome, tu pelo blanco, tu lunar junto a la boca... o cuando paso por delante del hospital y te digo: te acuerdas abuelita? aquí nos volvimos a encontrar, la de horas que pasamos aquí juntaaaaas!!

Y sonrío, porque sé que estás ahí conmigo, que nunca te irás del todo. Porque siempre te llevaré conmigo, porque a pesar de que ya no te vea físicamente, tendré por siempre guardados en mi mente y en mi corazón cada uno de los momentos que pasé contigo. Y así siempre que queramos podremos volver a estar juntas.

Te quiero, mi abuelita preciosa. No dejes de mirarme nunca.

Lia.