En estos días tan estresantes, a veces me encuentro viendo algunas imágenes sin querer. Verlas me calma, porque me concentro en los colores, las luces, las sombras. Cuando me desconecto, llega mi voz interior, que me da ideas sobre cómo hacer un color o crear un fondo. Pinto en compañía de los recuerdos y pensamientos, acompañada de todo lo que aprendí y de lo que viví. Al final, me siento agradecida por haber vivido y aprendido. Lo más importante es tener una buena memoria, porque cuando el presente se pone difícil, lo que importa es lo que valoramos y compartimos en el tiempo.
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Qué bien, a mi el arte tambien me calma mucho, creo que es una estupenda via de escape y de felicidad, me gusta mucho comaprtirlo, gracias.
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