La Comunidad de Sin-Límite


¿Qué es comer compulsivamente?

Es una conducta alimentaria que presenta dos características básicas.

La ingesta de gran cantidad de alimentos en cada episodio, la cual resulta ser claramente superior a la que comería una persona normal en un período de tiempo (por ejemplo dos horas) y en circunstancias similares.
La sensación de pérdida de control (comer rápidamente, comer sin hambre, comer a escondidas para ocultar la voracidad, etc.)

 

¿Qué efectos produce el atracón?

Las consecuencias emocionales inmediatas de los atracones son profundos sentimientos de frustraciones, enojos, ansiedad, soledad, aburrimiento o desesperación. La mayoría sienten mucha verguenza de sus propias conductas y por lo tanto tienden a mantenerlo oculto por mucho tiempo, incluso años.

 

El resultado es un deterioro progresivo de la calidad de vida, ya que los episodios tienen repercusiones directas sobre la salud física y psicológica, afectando todas las áreas de la persona:individual, familiar y social. Además, generalmente trae aparejado el aumendo de peso, que puede llegar incluso a la obesidad masiva, con todos los riesgos que esta implica.

"Me siento tan avergonzada por lo que hago que para ocultarlo intento comer de una manera relativamente normal ante los demás, pero, después, en el momento que nadie me ve, voy a la cocina y acobo con las sobras en secreto." Claudia (paciente).

 

¿Cómo se desencadena habitualmente un atracón?

En general las personas manifiestan encontrarse comiendo compulsivamente a partir de sentimientos desagradables. Sentirse deprimido es un estímulo particularmente poderoso. Otros desencadenantes emocionales pueden ser la ansiedad, el enojo, la soledad, el aburrimiento, la irritabilidad o la desesperación.

 

¿Qué relación hay entre dieta y atracón?

El hacer dietas restrictivas mantiene una relación directamente proporcional con el atracón. A mayor restricción alimentaria, mayor probabilidad de descontrol y desorden con la comida. Como consecuencia aparece el aumento de peso dando lugar a importantes cuadros de sobrepeso y obesidad. Comer demasiado poco genera una presión psicológica y fisiológica que conduce a la sobreingesta.

 

Una vez que este patrón alimentario caótico se instala tiende a auto mantenerse y hacerse más crónico.

 

"Empecé a comer compulsivamente cuando tenía 17 años. Cada ingesta me hacía sentir peor, me hacía odiarme aún más. Nunca admití mi problema ante nadie. Me justificaba negando lo que había comido o la cantidad ingerida. Ahora mirando hacia atrás, veo los años que he perdido (casi 16) pensando continuamente en la comida y en mi peso. Fueron muchos años desperdiciados, sintiéndome deprimida y odiándome a mí misma. No sabía qué hacer, pero no quería que mi epitafio dijera:-El deseo de Julia fue ser delgada-. Esto es lo que finalmente me permitió tomar la decisión de pedir ayuda e iniciar un tratamiento." Luisa (paciente).

 

¿Ante este cuadro, qué hacer?

En primer lugar, no resignarse a vivir con un problema que deteriora progresivamente la calidad de vida y limita el desarrollo y bienestar personal, familiar y social.

Pensar que este problema no tiene solución, o aceptar vivir con él adaptando todo el estilo de vida a las condiciones que el problema impone, es erróneo.

 

Las altas tasas de fracaso de tratamiento informadas según investigaciones se deben al rechazo por parte de estos pacientes a la intervención psicológica, ya que no entienden la relación existente entre los factores psicológicos y la conducta requerida para dejar de comer en exceso (Melamed y Bunge, 2000).

 

Es importante saber que hoy por hoy existen tratamientos especializados altamente eficases para respuesta a esta patología. La eficacia doe los mismos radica en el acompañamiento de la indicación nutricional con una intervención psicológica especializada.

Por lo tanto aceptar lo que a uno le está pasando, tomar conciencia de su gravedad y consecuencia, y pedir ayuda se convierten en pasos fundamentales para la búsqueda de soluciones alternativas a una posibilidad de vida diferente.
 
 

Visitas: 90

Respuestas a esta discusión

Quién no se ha dado un atracón alguna vez. Yo desde luego, sí... Muchas... En efecto, está bien explicado, se producen por culpa de pensamientos o sensaciones desagradables, sean reales o imaginadas... AYsss...

Gracias por la aportación

RSS

© 2024   Creado por Fundación TLP.   Tecnología de

Banners  |  Reportar un problema  |  Términos de servicio

Coordinado por la Fundació ACAI-TLP, Barcelona | Creado por www.emasso.com