La Comunidad de Sin-Límite

Para las parejas de personas con tlp... ¡Mirad este artículo!

¿Por qué odio a quién más quiero?

Nos hace felices, pero no satisface todas nuestras necesidades. Si lo hiciera, dejaríamos de desearlo.

En apariencia, nada está más alejado del amor que el odio, sin embargo, la sabiduría popular sentencia que entre ambos sólo existe un paso. Todos conocemos casos de parejas que, habiéndose querido hasta la locura, se repelen luego hasta la desesperación. Sin llegar a esos extremos, es común que en las relaciones de pareja exista cierta ambivalencia afectiva: se quiere al otro pero también se le rechaza. ¿Por qué se puede llegar a querer y a odiar a la misma persona?


¿Qué nos pasa?

Podemos estar proyectando sobre la pareja algo que rechazamos en nosotros mismos. Cuanto más odiamos al otro, mas dependemos de él.
La pareja hereda la forma en la que hemos aprendido y nos han enseñado a amar. Si en la relación con nuestros padres tenemos cuentas pendientes, podemos transferir al vínculo amoroso antiguos rencores, sin ser conscientes de ello.
El odio y el amor hacia la misma persona proviene de que, en un principio, la dependencia es extrema.
El amor muy posesivo destruye al otro, porque quiere convertirse en él y no acompañarle, respetando la diferencia.
La inmadurez psicológica se hace presente cuando aparece el odio. Se aborrece al que envidiamos o le atribuimos poder.
Satisfacción incompleta. Las razones de esta aparente contradicción se explica por el modo en que se forma el psiquismo. El enamorado tiende a fundirse con el otro, para que colme lo que le falta y sentirse pleno con él o con ella. Esa ilusión, siempre irrealizable, proviene de la aceptación de que el otro es diferente y que tiene cosas que dar y carencias que remediar. El deseo es la esencia misma del amor, pero se mantiene a costa de no realizarse del todo. Así pues, el amado es aquél que nos hace felices, aunque a condición también se frustrarnos en la medida de que no nos puede satisfacer del todo, pues en este caso dejaríamos de desearlo.
Algunos autores atribuyen las bases del amor a la capacidad para sentir culpa por la hostilidad que el niño siente hacia su madre cuando ésta no responde a sus necesidades. El bebé no piensa separado de su madre, es algo que tiene que aprender, pues en un principio se siente un todo con ella. Cuando comienza a reconocer la diferencia, percibe también su dependencia y esto le hace sentirse inseguro. Cuando advierte que la madre tiene otros intereses, siente rabia hacia ella. Esta hostilidad, absolutamente necesaria para convertirse en un ser autónomo, queda enterrada por el cariño que le profesa. El amor adulto se caracteriza por querer al otro como es, pero cuando aparece la fragilidad también puede resucitar la rabia contra ese otro y depositar en él aquello que no nos atrevemos a asumir.
El descubrimiento de que el otro es diferente resulta conflictivo porque nos limita. Pero la salud mental y la posibilidad de amar dependen de aceptar cierto grado de frustración.



“Cuando no lo odio, lo quiero mucho”, pensaba Laura tras una discusión con Jorge. Había descubierto en una psicoterapia que el motivo por el que se había enamorado de él era el mismo que no podía soportar: Jorge era muy protector, lo que a ella le gustaba mucho, pues siempre se había sentido desamparada. Cuando murió su madre, el sentimiento de abandono se acrecentó y, lejos de reconocer lo que quería de su marido, que era precisamente que la cuidara, sentía sus atenciones como un agobio. Cuando aceptó las dificultades que había tenido con su madre y reconoció su deseo de ser protegida por él, comenzó a pensar que estaba con el hombre de su vida.

Renuncias necesarias. Los excesos de Jorge provenían, a su vez, del intento de disimular lo poco que disfrutaba con las atenciones que profería a Laura. Jorge era hijo de una madre con conflictos psicológicos, que siempre se quejó de su marido, un hombre distante y que nunca se pudo acercar a su hijo. Jorge era el único chico y siempre sintió que tenía que reparar a su madre, pues en alguna medida ella también le transmitió que él debía suministrarle lo que su marido le había negado. Esta posición le hacia sentirse culpable con su padre y resentido con su madre, sentimientos que transfería a la relación con su mujer. Ejercía una función protectora, pero no disfrutaba de ella. Entonces, Laura sentía sus cuidados como si estuvieran vacíos de afecto, de modo que el amor era atravesado por un resentimiento que la alejaba de él.
La adquisición de la identidad sexual se hace a base de renuncias, sin las cuales no se puede disfrutar del amor. Ni el otro nos puede colmar ni nosotros a él.


ALGUNAS PERSONAS, ANTES DE ROMPER SE BUSCAN OTRO AMOR PARA NO SENTIR NUNCA LO QUE REPRESENTA PERDER A LA PAREJA.

LA FORMA DE AMAR SE HEREDA, POR ESO HAY QUE SALDAR LAS CUENTAS PENDIENTES DE LA RELACIÓN CON NUESTROS PADRES.




¿Qué podemos hacer?

Si le pedimos a la pareja más de lo que puede dar, para reparar carencias antiguas, surgirá la rabia. Entonces pueden aparecer ideas como que ya no es el de antes. Cuando surge la decepción, hay que empezar a pensar hasta qué punto habíamos idealizado al otro y hasta dónde resistimos que no se adapte a nuestras expectativas.
Cuando el enamoramiento ha sido intenso, la ruptura puede resultar muy tormentosa. Algunas personas, antes de romper, se buscan otro amor para no sentir nunca lo que representa perder a la pareja. Elaborar el duelo de una separación ayudará a que no se repita lo mismo con la siguiente.

Es un artículo de Isabel Menéndez de la revista "MUJER HOY"

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Respuestas a esta discusión

Quizás una clave en las relaciones sea la dependencia... Y para combatirla sea importante marcar los límites o fomentar justamente la independencia de la otra persona... ¿puede ser?
El tema es que oscilan sentimientos... del amor al oido... y eso hace incomrpensible para una pareja manejarse con la otra... De repente, me querías y ya no me quieres!!! ¿Qué pasa? Las personas normales no oscilan tanto de un lado a otro... Eso es lo que hace difícil la relación con un tlp... (aunque no en todos los casos, porque algunos tienes parejas estables de años) Pero bueno, se trata de entender que esa oscilación a veces es dependencia, mucho mejor no meterse en el tema que dar juego, creo yo... y en fin... Pues conocer para utilizar.
Los celos en la pareja

Los celos son sentimientos que, en mayor o menor medida, toda persona experimenta a lo largo de su vida. Pueden aparecer como una respuesta a una situación real o imaginada. Dentro de una pareja, la presencia de un episodio esporádico se lo puede considerar como un indicador de compromiso o de interés por la otra persona.
Las raíces de los celos se encuentran en los primeros vínculos, donde comienzan a aparecer sentimientos de celos en el pequeño; estimulados muchas veces por padres que efectivamente “prefieren” a otro hijo, otras por no aceptar que no se puede ser “el único” por siempre, o que la mamá no puede darle su amor exclusivamente.
La situación de quedar excluido es estructurante para el psiquismo del ser humano; pretender ser “todo para el otro” denota una falla en la constitución psíquica de la persona.
En las parejas cuando se pretende “ser todo para el otro” es precisamente cuando aparecen los celos patológicos. Claramente, esto se debe a que es imposible colocar al otro en ese lugar, ya que implica desconocerlo como persona y tomarlo como un “objeto de su posesión”. En el afán de lograrlo, es que comienzan los controles obsesivos, los acosos y la violencia. Los celos patológicos siempre conllevan violencia, aunque no sea física y aún cuando el celoso se encuentre inseguro, dependiente o deprimido, dado que coartar a la pareja con cualquiera de dichas actitudes es “ejercer violencia”.
El extremo se da en los casos en que se instala un cuadro se celotipia que puede llegar a culminar en el crimen de la pareja, en el paroxismo de la posesividad, destruyendo al “objeto amado”.
Sin llegar a este extremo, también existen las situaciones en las que los celos son el motor, donde se comprueba el ciclo de la violencia con las etapas conocidas por los especialistas en el tema de la violencia familiar:

Acumulación de tensión.
Fase de descarga con violencia física, psicológica o sexual.
Luna de miel o etapa de arrepentimiento.
Podríamos decir que existen:

Celos normales, en donde el celoso está más conectado con la realidad, es decir, que sus sospechas no tienen una certeza delirante. Por lo tanto, ni la frecuencia ni la intensidad invaden todo el escenario de la vida en pareja.
Celos sostenidos en un entrejuego de pareja, en donde los celos son un condimento. Se hace toda una puesta en escena generando situaciones de triangulación donde uno de los miembros de la pareja es el “provocador”. Estos casos se verifican cuando el celoso dice que esto no le sucedía en otras relaciones.
También existen los celos como proyección de deseos de infidelidad, o donde el celoso está siendo infiel.
Otro caso por el cual pueden existir manifestaciones de celos, es cuando hay una homosexualidad latente donde se ponen en juego complejos mecanismos de identificación y proyección.
Finalmente, encontramos la celotipia descripta anteriormente.
En algunas ocasiones la consulta la solicita el celado, en otras el celoso. Los abordajes para el tratamiento son diversos; según el caso, el terapeuta indicará lo más adecuado, tratamiento individual, de pareja, grupal, consulta psiquiátrica o diferentes combinaciones entre los mismos.
La vivencia de malestar instalada en la relación y el deterioro de la calidad de vida, debe ser el indicador para solicitar ayuda profesional.
Cindy:
Solo he leido algo. Es tan largo que me pierdo...ya lo hare con calma.
Mi opinion es que se quiere a alguien mucho para que le proteja, dependa de el/ ella y asi evitar la soledad. El miedo a no ser querido hace que se imponga el afecto y se ate a la persona de forma emocional. Quieren pero odian tener que depender y los que aguantan esto, algunos lo saben y duele mucho ver que en realidad no te quieren, te utilizan por su miedo. Te quiero mucho pero te humillan, para rebajarte y que no te escapes. Que te sientas cogido/a ...creo que es la base de tanto odio sexista. Emocionalmente invalidos. Odian que puedas ser independiente y querer sin depender.
Hay ambivalencia de sentimientos, lo cual no puede ser bueno...

Y el tema de la pryección también es muy importante: esa tendencia a ver en los demás lo que nosotros mismos sentimos. !!

¡QUE COSAS TENEMOS!!
Increíblemente real Cindy, lo he leído hasta el final. " Porque te quiero te odio y te alejo de mi vida ", eso sería el resumen de este artículo.

cindyloop dijo:
Hay ambivalencia de sentimientos, lo cual no puede ser bueno...

Y el tema de la pryección también es muy importante: esa tendencia a ver en los demás lo que nosotros mismos sentimos. !!

¡QUE COSAS TENEMOS!!
Cindy:
He vivido esta relacion amor odio con mi madre. Me provocaba problemas para despues reprocharmelos. Me necesitaba y hacia la vida imposible. Con 15 años no se entiende. Me costo años saber que pasaba. Volco en mi su dependencia, amor y odio. Hizo lo imposible porque no me casara ni me fuera de su lado. Me case y ha seguido toda la vida con las mismas conductas hasta su demencia senil. Nunca se pudo hablar sobre esto no habia dialogo. Aun vive.
Jolines, si es que al final es verdad eso que decía Sastre: el infierno son los demás! :PP

¡¡Qué pesada es la gente a veces!
C:
El infierno, los celos y la posesion de alguien o de la verdad no es patrimonio de nadie. Solo las personas inseguras quieren dominar y que dependan de ellos. No por amor sino por miedo a la soledad o a no tener quien les quiera.
Han de ser una proyeccion de ellos mismos, con su humor, sus necesidades, sus gustos y su estado de animoss.....tener a alguien a su lado totalmente anulado/a.
Debemos andar y pensar por nosotros mismos para no dejarnos dominar por nadie, ni por amor....eso no es amor es posesion.
Me diagnosticaron TLP. Puedo decir que desde el momento en el que me dí cuenta de que amaba al que ahora es mi expareja (me ha dejado porque dice que le da miedo el TLP, cosa que sabía desde que me conoció, hace ya dos años y medio), nunca he dudado de mi amor por él, nunca ha sido un día lo odio y otro lo quiero. Por su parte en cambio sí, yo era un día la persona más maravillosa del mundo, y al día siguente era un monstruo asesino... A cualquier mínima discusión normal de pareja (se te ha olvidado comprar leche, o es que el botón de la lavadora es demasiado complicado...) él salía corriendo, incluso avisaba a la ambulancia e incluso me inmobilizaba hasta que llegaba alguien a "salvarle". No se le podía levantar la voz... Yo no tengo miedo a la soledad y no idealizo a las personas, hay quien me cae bien, y quien me cae mal, mis amigos llevan ahí años, o son conocidos pasajeros...
Pues para que veas lo que es la vida... Es que ese chico sin ser TLp no valía para la relación... y eso pasa en todas las relaciones de pareja de este mundo. Esto es lo que me hace pensar. Un saludo!
C:
Hace reflexionar en tantas cosas que se entrelazan y no tienen una explicacion sencilla. Cada uno lleva su mochila de amor, odio o resentimientos......¡¡ que complicado es todo !! y parece tan sencillo. Gracias por los articulos que nos pones. Hay que leerlos y pensarlos.

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